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¿Preocupado por los detonantes?


Como consejera Bíblica, con frecuencia escucho sobre los “detonantes”. Estos son situaciones, lugares, palabras y personas que recuerdan a los aconsejados; el dolor pasado o un dolor presente. Estos detonantes limitan a los aconsejados a permanecer en una avalancha de desesperanza, enojo o ansiedad. ¿Qué es un detonante y de qué manera puede un consejero Bíblico, conectarse con personas que son víctimas de ellos?

Los aconsejados ven a los detonantes, como un evento o circunstancia que provoca una respuesta o un proceso emocional particulares. Como consejera de mujeres, aquí hay algunas situaciones con las que me he encontrado:


  • Puede ser una mamá que identifica como un “detonante” a su pequeño hijo que es como un torbellino - una rabieta repentina y la madre es sobrepasada por el cansancio y la desesperación.

  • Puede ser una esposa cuya respuesta a los conflictos con su esposo, resulta como un “detonante” - una frase o mirada condescendiente, y la esposa se llena de enojo y desesperanza.

  • Puede ser una joven mujer soltera que ve las noches del viernes como un “detonante” - ella ha estado sola y miserable durante muchos viernes y ahora tiene miedo de todos los fines de semana.


Buscando ayudar a estas mujeres, les explico que los detonantes no son la causa de sus respuestas. Los llamados “detonantes” son un recordatorio que les tienta hacia un patrón bien pensado de destrucción. El recordatorio con frecuencia se asocia con dolor: fracasos anteriores, dolor anterior, o relaciones rotas en la actualidad. Las mujeres se sienten desamparadas porque no saben cómo dejar de responder de una manera destructiva. Me encanta darles esperanza, mostrándoles una nueva perspectiva en esos momentos.


Cuando etiquetamos a alguien o algo como un “detonante”, trasladamos el lugar del control de las emociones; de nuestro corazón a un objeto externo. La conexión entre el evento y la emoción, por error puede llevarnos a pensar que el detonante es la causa. De hecho, hemos desarrollado hábitos en respuesta al dolor, que nos llevan a estas predecibles condiciones emocionales. Nuestra desesperanza, ansiedad y coraje, muestran que estamos ignorando a Dios y menospreciando Sus promesas, por la forma en que respondemos al quebrantamiento alrededor y en nosotros. En lugar de pensar en términos de detonantes, yo quiero que los aconsejados vean estas situaciones y personas; como señales, claves y recordatorios, en lugar de detonantes. Estos recordatorios deben llevar a las personas, a pensar radicalmente orientados hacia Dios. Este cambio en el vocabulario comienza a involucrar a los aconsejados en un proceso de arrepentimiento y confianza cuando se ven afectados por detonantes.


¿Entonces cómo dejamos la idea de ser víctimas de un detonante, hacia la idea esperanzadora de tener una clave para salir de una situación negativa? Considera los siguientes pasos:


Paso 1: Reconocer el detonante y el pensamiento que lo acompaña.

Las mujeres con frecuencia saben qué es lo que las lleva a una situación de dolor. Pero aquí hay unas preguntas que pueden ayudar:


  • ¿Cuál fue el estímulo que inició el descenso a la desesperanza, ansiedad, o enojo?

  • ¿Cuándo presentó una reacción desproporcionada a una situación o una persona?

  • ¿Los demás se confunden por la intensidad de mi respuesta o cambio de estado de ánimo?

Una vez que se identifica el detonante, es vital que el aconsejado escriba sus pensamientos con exactitud. Probablemente escucharás algo como esto en la sesión de consejería. Por ejemplo:

  • No puedo creer que esto está pasando nuevamente. Ya no puedo soportarlo. ¿Qué pasa si esto nunca mejora?

  • Estoy atorada. Las cosas nunca cambian. Esto no se puede arreglar. Yo nunca voy a cambiar.

  • No puedo respirar. Tengo que hacer algo ahora mismo. No soporto la presión.

Si el detonante tiene relación con una experiencia de abuso sexual y/o físico, por favor busca una ayuda más profunda de un consejero Bíblico. También querrás explorar el libro Poniendo el pasado en su lugar, de Steve Viars.


Paso 2: Arrepentirse evaluando tres categorías.

Dios es misericordioso en ayudarnos a identificar los detonantes. Es un regalo porque nos alerta a arrepentirnos en áreas concretas y específicas. Puesto que el arrepentimiento es la clave para el cambio; esto nos da esperanza. Cuando existen elementos repetitivos en el pensamiento de los aconsejados, esto nos muestra debilidades en la teología y la alabanza. Los aconsejados con frecuencia minimizan o ignoran la bondad de Dios, la presencia de Dios, y sus perfectos caminos.


El Salmo 40:1-3 es un gran pasaje para enfrentar estas áreas de incredulidad.

  • Dios es bueno. “Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.”

  • Dios está presente. “Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.”

  • Dios está trabajando. “Se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano…; puso mis pies sobre una roca, Puso en mis labios un cántico nuevo,”

El salmista no cree estas cosas por tener un pasado perfecto o un record sin mancha (ver Salmo 40:12), sino porque Dios da salvación por su gran misericordia en Cristo Jesús.


Una oración de arrepentimiento puede ser como esto:

  • Señor, este difícil proceso rebela que no estoy creyendo la verdad sobre quien tú eres. Por favor perdóname por ir en pos de una mentira (Sal 40:4).

  • Mi pensamiento se ha convertido en algo superficial porque no te he honrado ni te he agradecido (Rom 1:21)

  • Estoy en un pozo de destrucción y soy víctima de mi propia destrucción; cuando continúo pensando cosas sin esperanza y sin Dios. (Sal. 40:2-3)

  • En lugar de caer en la desesperanza y la ansiedad, ayúdame a esperar pacientemente en ti y mantenerme clamando a ti. Gracias por tu perdón y tu ayuda.


Paso 3: Moviliza tu clave

Finalmente: ayuda a los aconsejados a preparar los pensamientos que deberán abrazar, cuando llegue un detonante. Identifica algún pensamiento que estimule el ciclo descendente y prepara un pensamiento que honre a Dios para reemplazar el mal pensamiento. Desarrolla frases simples que se puedan memorizar y repetir fácilmente. Cuando se experimente un detonante el aconsejado debe:


Ser agradecido:

  1. Agradece a Dios por esta oportunidad de adorarle y ser cambiado.

  2. Agradece a Dios por el recordatorio de que todos necesitamos un Salvador y Dios lo ha proporcionado.

  3. Agradece a Dios por el pecado o el dolor del pasado porque esto nos hace humildes y nos empuja a conocer mejor a Cristo.

Abrazar una promesa:

  1. La gracia de Dios es suficiente para este reto.

  2. Dios me dará toda la gracia y la fuerza que necesito para obedecerle (1 Cor. 10:13, 2 Cor. 9:8).

  3. Dios escucha mis lamentos, Él está trabajando y Él es bueno (Sal. 40)

Hay un gran gozo al trasladarse del detonante a obtener la clave; esta se obtiene gracias al arrepentimiento específico y la obediencia. Al ayudar a los aconsejados a reconocer, arrepentirse y luego prepararse para las situaciones específicas, los estás equipando para alabar a Dios y amar a los demás con más sabiduría y diligencia. Los recordatorios dolorosos en la vida: pueden ser una clave para confiar en Dios, al recordar y disfrutar de Su bondad, Su presencia, y sus perfectos caminos.


Preguntas para Reflexionar

¿Qué detonante afecta a tus aconsejados? ¿Qué patrones de pensamiento alimentan el espiral negativo? ¿Qué claves haz movilizado en tu consejería que han sido particularmente efectivas?


Andrea Lee vive en Atlanta, Georgia con su esposo de 11 años. Ella sirve a mujeres en la iglesia y la comunidad como consejera bíblica.


Traducido por: Araceli Loya

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