Todo el mundo quiere cambiar y crecer, pero con demasiada frecuencia nos falta el contexto bíblico para el crecimiento—la iglesia. El mundo a menudo nos dice: "Se necesita un pueblo". La Palabra de Dios nos informa constantemente: "Se necesita una iglesia". Podemos resumir el mensaje bíblico de esta manera: Nuestro crecimiento en la gracia es un viaje comunitario.
¿Quieres crecer en la gracia? La Biblia enseña que eso sucede en el Cuerpo de Cristo. Veamos cómo y por qué...
Vivir la vida cristiana: Juntos con todos los Santos
Efesios 4 es quizás el pasaje clásico que teje el ministerio centrado en el evangelio (Efesios 4: 1-10), la consejería bíblica (Efesios 4: 15-16), la santificación (Efesios 4: 17-32) y la iglesia local (Efesios 4: 11-14). Lo fascinante de ese capítulo es el capítulo que lo precede.
En Efesios 3: 1-13, Pablo se maravilla del evangelio de la gracia de Cristo, llamándolo "las inescrutables riquezas de Cristo" (Efesios 3: 8). Después, Pablo nos recuerda la intención eterna de Dios: que Su infinita y multifacética sabiduría y gracia sean dadas a conocer al universo que nos observa—a través de la iglesia (Efesios 3: 10-11).
Esto tiene que repetirse: Dios ha escogido hacer Su obra, a través de la iglesia.
¿Cómo da testimonio la iglesia al mundo? Primero, regocijándonos y viviendo los indicativos del evangelio de lo que Cristo ha hecho por nosotros: "En quien tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en Él." (Efesios 3:12). Esto es el asombroso "¡Bienvenido a casa!" Que celebramos en Cristo.
En segundo lugar, la iglesia da testimonio al mundo acerca de la gran gracia de Cristo, comprendiendo con todos los santos (Efesios 3:18) el poder y amor infinito de Dios en Cristo. Así es como Pablo lo ora, y no descuides su frase—capaces de comprender con todos los santos...
Mi oración es que de sus riquezas gloriosas los fortalezca con poder por el Espíritu en su ser interior, para que Cristo habite en sus corazones por medio de la fe. Y le pido a Dios que ustedes, quienes son arraigados y establecidos en el amor, sean capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios. (Efesios 3: 16-19)
En esta oración, hay un ministerio centrado en el evangelio, la consejería bíblica, la santificación y la iglesia local. Aquí están los indicativos del evangelio que hacen un hogar en nuestros corazones mientras producen una identidad basada en el Evangelio que lleva a los imperativos del evangelio (que leemos en Efesios 4-6).
¿Y cómo sucede esto? Nunca en aislamiento.
Siempre en comunidad.
Siempre juntos con todos los santos.
Experimentando la Gracia de Cristo: Un Momento “¡Ya entiendo!"
Juntos con todos los santos comprendemos el amor multidimensional e infinito de Cristo: su anchura, longitud, altura y profundidad. "Comprender" es una palabra fascinante que significa tanto "agarrar" como "iluminar y sostener fuertemente". Es la experiencia que cambia la vida de " ¡Ya entiendo!", de experimentar la gracia de Cristo con todo nuestro ser: relacional, racional, volitivo y emocional.
Y sucede sólo con todos los santos.
La oración de Pablo en Efesios 3 y su declaración sobre comprender con todos los santos es el punto de eje de Efesios. Explica cómo todo lo que viene antes y todo lo que viene después se hace real.
Todo lo que has leído en cualquier libro sobre el ministerio centrado en el evangelio, la consejería bíblica, la santificación y la iglesia local es imposible de entender y aplicar a menos que lo hagas junto con todos los santos.
Por eso, cuando hablamos de consejería bíblica y de la iglesia local, no estamos hablando simplemente de una iglesia con un ministerio de consejería bíblica. Estamos hablando de una iglesia de consejería bíblica. Es decir, una iglesia saturada de gente que vive y habla la verdad del evangelio unos a otros antes del culto, en el culto, después del culto, lejos de la iglesia, en el coche, en el restaurante, en el trabajo, en el vecindario, en el evento deportivo, en medio del conflicto...
Esto es exactamente lo que Pablo sugiere en Efesios 4: 15-16:
“Más bien, al hablar la verdad en amor, creceremos en todos los aspectos en Aquél que es la cabeza, es decir, Cristo, de quien todo el cuerpo, estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen, conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.”
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¿Cómo serían nuestras iglesias diferentes si aplicáramos la verdad de que sólo podemos crecer en gracia juntos con todos los santos? ¿Cómo serían diferentes nuestras vidas cristianas si aplicáramos la verdad de que comprendemos el amor infinito de Dios junto con todos los santos? ¿Cómo serían diferentes nuestras vidas cotidianas si aplicáramos la verdad de que nuestro crecimiento en gracia es un viaje comunitario?
ESCRITO POR: Bob Kellemen | TRADUCIDO POR: Bryan Nevin
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