Estoy escribiendo estas palabras en la víspera de una cirugía de cáncer en mi próstata. Creo en el poder de Dios para sanar – por medio de un milagro y de la medicina. Se que es cierto y bueno orar por los dos tipos de cura. El cáncer no es desperdiciado al ser curado por Dios. Él recibe la gloria – esto porque el cáncer existe. Entonces no orar por la cura puede desperdiciar el cáncer. Pero la cura no es el plan de Dios para todos. También existen muchas otras formas de desperdiciar su cáncer. Estoy orando por mí y por usted, para que no desperdiciemos este dolor.
1. Usted desperdiciará su cáncer cuando no crea que esto fue planeado por Dios.
No diga que Dios sólo usa nuestro cáncer pero que no lo planea. Lo que Dios permite, Él lo hace por una razón. Esta razón es Su voluntad. Si Dios prevé desarrollos moleculares que llegan a ser cancerígenos, ¿Él puede detener esto o no? Si no, Él tiene un propósito. Por ser infinitamente sabio, es correcto llamar este propósito de plan. Satanás es real y causa muchos placeres y dolores. Pero él no es la causa última. Así, cuando él atacó a Job con úlceras (Job 2.7), Job lo atribuyó a Dios (2.10), y el escritor inspirado concuerda: “y le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él” (Job 42.11). Si usted no cree que el cáncer fue planeado por Dios, usted lo desperdiciará.
2. Usted desperdiciará su cáncer cuando crea que es una maldición, y no una bendición.
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8.1).
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros” (Gálatas 3.13, LBA).
“Porque contra Jacob no hay agüero, Ni adivinación contra Israel” (Números 23.23).
“Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad” (Salmo 84.11)
3. Usted desperdiciará su cáncer cuando busque descanso en sus fuerzas en vez de buscarlo en Dios.
El plan de Dios en relación a su cáncer no es entrenarlo en el cálculo de oportunidades racionalistas y humanas. El mundo encuentra descanso en estadísticas. Los cristianos no. Algunos confían en sus autos (porcentaje de sobrevivencia) y otros confían en sus caballos (efectos colaterales del tratamiento), pero nosotros confiamos en el nombre del Señor, nuestro Dios (Salmo 20.7). El plan de Dios es claro en 2 Corintios 1.9: “Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos”.
El objetivo de Dios con relación a su cáncer (entre varias oras buenas cosas) es derrotar la confianza en nuestro corazón para que podamos descansar completamente en Él.
4. Usted desperdiciará su cáncer cuando se rehúse a pensar en la muerte.
Todos nosotros moriremos en el caso que Jesús no retorne en nuestros días. No pensar en cómo sería dejar esta vida y encontrarse con Dios es absurdo. Eclesiastés 7.2 dice: “Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón”. ¿Cómo podría aplicar esta verdad en su corazón si no piensa en ella? Salmos 90.12 dice: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría”. Contar los días significa pensar cuan pocos son ellos y que ellos terminarán. ¿Cómo conseguirá un corazón sabio si usted se rehúsa a pensar en esto? Que desperdicio es cuando no pensamos en la muerte.
5. Usted desperdiciará su cáncer cuando piense que “vencerlo” significa sobrevivir y no aproximarse a Cristo.
Los planes de Dios y los planes de Satanás para su cáncer no son los mismos. Satanás desea destruir su amor por Cristo. Dios planea profundizarlo. El cáncer no vencerá si usted muere lo que hará será aproximarlo a Cristo. El plan de Dios es privarlo del alimento del mundo y satisfacerlo con la suficiencia de Cristo. Esto tiene el objetivo de ayudarlo a decir: “estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor”. Y saber, por lo tanto, que “el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 3:8; 1:21).
6. Usted desperdiciará su cáncer cuando gaste mucho tiempo leyendo sobre el cáncer y no lo suficiente al respecto de Dios.
No es errado leer sobre el cáncer. Ignorancia no es virtud. Pero, el deseo de saber más y más, y la falta de celo por el conocimiento continuo de Dios es sintomático de incredulidad. El objetivo del cáncer es recordarnos de la realidad de Dios, poner sensaciones y fuerzas en el mandamiento “conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová” (Oseas 6.3), recordarnos de la verdad de Daniel 11.32: “mas el pueblo que conoce a su Dios se mostrará fuerte y actuará”, volvernos árboles indestructibles y firmes: “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” (Salmos 1.2,3).
Que desperdicio es leer todo el día sobre el cáncer y nada al respecto de Dios.
7. Usted desperdiciará su cáncer cuando se aísle en vez de profundizar sus relaciones manifestando afección.
Cuando Epafrodito trajo los presentes enviados por la Iglesia de Filipos a Pablo, él se enfermó y casi murió. Pablo dijo a los filipenses: “porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado” (Filipenses 2.26). ¡Que reacción maravillosa! No dice que estaban angustiados porque Epafrodito estaba enfermo, sino que él estaba angustiado porque los filipenses oyeron que él estaba enfermo. Este es el tipo de corazón que Dios pretende crear con el cáncer: el corazón profundamente afectivo y preocupado de las personas. No desperdicie su cáncer volviéndose a usted mismo.
8. Usted desperdiciará su cáncer cuando se entristezca como quien no tiene esperanza.
Pablo usa esta expresión para designar a personas cuyos seres queridos habían muerto: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.” (1 Tesalonicenses 4.13). Hay tristeza en la muerte. Cuando es un creyente el que muere, hay una pérdida temporal – la pérdida del cuerpo, de seres queridos y del ministerio terrenal. Sin embargo la tristeza es diferente – es perneada por la esperanza: “pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor” (2 Corintios 5.8). No desperdicie su cáncer poniéndose triste como quien no tiene esperanza.
9. Usted desperdiciará su cáncer cuando trate con el pecado igual que antes.
¿Sus pecados “favoritos” siguen tan atractivos como antes de tener cáncer? Si la respuesta fue afirmativa, entonces usted está desperdiciando su cáncer. El cáncer fue planeado para destruir el apetito por el pecado.Orgullo, avaricia, lujuria, odio, falta de perdón, impaciencia, prejuicio – todos estos son adversarios que el cáncer debe atacar. No piense en sólo luchar contra el cáncer. Piense también en usarlo. Todas estas cosas son peores que el cáncer. No desperdicie el poder del cáncer para debilitar estos adversarios. Deje que la presencia de la eternidad vuelva sus pecados temporales tan débiles como ellos realmente son. “Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?” (Lucas 9.25).
10. Usted desperdiciará su cáncer cuando falle en utilizarlo como medio de testimoniar la verdad y la gloria de Cristo.
Los cristianos nunca se encuentran en determinado lugar por accidente. Existen razones por las cuales somos llevados donde estamos. Considere lo que Jesús dijo sobre circunstancias inesperadas y dolorosas: “antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre. Y esto os será ocasión para dar testimonio” (Lucas 21.12-13). Lo mismo ocurre con el cáncer. Esa será una oportunidad para testimoniar. Cristo es infinitamente digno.
Aquí hay una oportunidad de oro para mostrar que cristo vale más que la vida. No la desperdicie.
Recuerde que usted no fue dejado sólo; tendrá la ayuda necesaria: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).
Pastor John
16 de febrero de 2006
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